¿Dónde están las mujeres artistas?
Si os estáis preguntando de dónde sale este libro, es muy sencillo de explicar. Viene de cinco años de la carrera de Historia del Arte y de alguno más. Años donde un porcentaje altísimo del profesorado eran mujeres y uno aún más alto, éramos alumnas. Por eso, me chocó (y me sigue chocando) el hecho de que apenas estudiáramos artistas, artistas con A.
Al terminar, y aún con el gusanillo de saber qué pasaba con las de mi género, me puse a leer y a investigar, y descubrí que siempre habían estado allí aunque escondidas, olvidadas o, simplemente, menospreciadas a la sombra de los hombres. Mujeres ha habido siempre. Mujeres escritoras, científicas, filósofas, ingenieras… y, por supuesto, mujeres artistas. El hecho de no haber sido (y no seguir siendo) visibles o valoradas, estudiadas o reconocidas, no quiere decir que no existan.
Este libro es una manera de hacer, al menos, un poco de justicia y, aunque algunos artistas de la talla de Pierre-Auguste Renoir pensara que “la mujer artista es sencillamente ridícula”, o que incluso compañeros historiadores del arte crean que “no se puede reivindicar la obra de una artista solo por el hecho de ser mujer”, yo creo que precisamente eso es lo que las hace excepcionales: que en un mundo totalmente dominado por los hombres, ellas fueron capaces de hacer algo que no se les suponía posible.
Pero lo que este libro no busca es ser una recopilación exhaustiva de mujeres artistas. Lo que pretende es ser una reflexión personal, y una elección más personal aún si cabe, de aquellas artistas que me marcaron en cierto modo, ya fuera por sus vidas interesantes, por su talento, por su originalidad, por su fama, por su lucha, o por su misterio. Lo que quiere, es ser un intento de transmitir el amor y el respeto que siento por estas mujeres, y la admiración que como artistas me producen.
Evidentemente hay muchas, muchísimas más, porque aquí no están todas las que son, pero sí son todas las que están. Esta es solo una pequeña muestra de mujeres excepcionales, unas con grandes e interesantes vidas, otras con existencias más mundanas y normales, y otras de las que apenas sabemos nada, pero todas, absolutamente todas, dignas de conocer.
Así que, allá vamos.
Antònia Torelló Torrens