El Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos tiene como objetivo distinguir la trayectoria profesional de aquellos humoristas gráficos españoles e iberoamericanos cuya obra haya tenido una especial significación social y artística, contribuyendo así a la difusión y reconocimiento de este campo de la cultura.
Hasta ahora, les ha sido otorgado a Antonio Mingote (1998), Joaquín Salvador Lavado: Quino (2000), Jose María González Castrillo: Chumy Chúmez (2002), Andrés Rábago: El Roto (2004), Eduardo Ferro (2006), Ziraldo Alves Pinto (2008), Máximo San Juan (2010), Antonio Fraguas Forges (2014) y Hernán Vidal (2018).
Eduardo Hernán Vidal nacido en Santiago de Chile (1943), cursó estudios de arquitectura en la Universidad de Chile. Desde 1958 trabajó como dibujante e ilustrador en diarios y revistas chilenas como El Mercurio, La Voz, Ercilla, La Bicicleta, además de en El Jueves (España) o Paparazzi (Suecia). Fundador de las revistas de historietas Rakatán, La Chiva, La Firme, El Humanoide, Benjamín o Cuprito.
Ha participado en numerosos seminarios sobre humor gráfico e historietas internacionales y ha realizado exposiciones de sus trabajos en España, Costa Rica, EE. UU., Alemania, Méjico, Suecia y Argentina. Ha publicado Nones (1988), Peucomán (1995), El Pequeño Corrupto Ilustrado (2003), Chao no más (2006), Supercifuentes (2008) y ¡Ay Tierra! (2010).