Colección Historia del Humor Gráfico. Número 2.
El humor gráfico nace en Portugal como consecuencia de la Revolución Francesa y como alargamiento de la guerra pangletaria entre los dos imperios, el francés y el inglés. Llegará a representar una victoria del liberalismo sobre el absolutismo, y se impondrá como arma estética de irreverencia de pensamiento. El autor sostiene que Portugal no es un país de humor, pero sí de bromas, o un chiste de país. El humor cohabita con la saudade (nostalgia) en el alma lusitana, ya desde la formación del país. En las miniaturas de los códices medievales aparecen escenas burlescas como primeras muestras de humor gráfico. También en las hojas volantes de las narraciones de los contadores de noticias, en los grabados contra la Inquisición… pero sin su verdadero significado estético y humorístico. La lucha contra la opresión, contra las mantes retrógradas y contra la mediocridad hará complices a los humores de todos los colores políticos. Una de las principales características del humor gráfico portugués es su fuerza estética, manteniéndose casi siempre en vanguardia, conciliando el lado plástico con el periodismo crítico de opinión. Busca e intenta ser un humor de esclarecimiento, no de «misiones».