Justificar una exposición sobre prensa satírica resulta muy fácil: todo el mundo ha disfrutado alguna vez hojeando revistas viejas y periódicos, sobre todo cuando se ha encontrado con los populares «monos» de las caricaturas que, de forma más o menos amable, ridiculizaban a los personajes de actualidad. Esa es la razón de ser, precisamente, de esta exposición: hacer un recorrido por nuestra historia a través de estas escenas, retratos y situaciones jocosas que guardaban la esencia de aquellos personajes que han ido conformando nuestro pasado.
Por otra parte, esta es una delas muchas páginas de nuestra historia del periodismo aún por recuperar; un género que, aunque quizá de menor trascendencia que la prensa meramente informativa, ha luchado y seguido a flote con un número fiel y nada desdeñable de seguidores que han propiciado esa pervivencia. Porque algo que en otros países ha sido motivo de múltiples estudios, aquí solo ha producido unas pocas monografías no demasiado completas de ciertas épocas.